Mira por un momento a Romanos 10:9: "Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo".


Mira por un momento a Romanos 10:9: "Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo".

Cuando tomamos la Biblia, sería bueno recordar que es el Libro que contiene a Dios en él, con vida en él, un libro en el que Dios habita.

Ésta es la historia de cómo Eliseo trajo a un niño de la muerte. Este niño fue un bebé milagroso, dado en respuesta a la oración de Eliseo y la demanda de una mujer sunamita que había mostrado bondad al profeta.

El Salmo 29:10 dice: "Jehová preside en el diluvio, Y se sienta Jehová como rey para siempre.

El ser humano tiene un destino. Eso significa que desde que nacemos hasta morir, hay algo sobrenatural que no podemos comprender que ya ha definido Nuestras vidas y debemos vivir de acuerdo a lo dispuesto.

En su angustia clamaron al Señor, y él los salvó de su aflicción. Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro.
(Salmo 107:19-20)

El yugo de Cristo es su voluntad revelada, su autoridad. La palabra yugo que aquí se traduce literalmente significa un cinturón o madero, algo que une.

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley,

De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.

Jesús, hablando a sus discípulos acerca de Juan el Bautista, dijo: "Y si lo recibís, este es Elías, que había de venir" (Mateo 11:14).

Cuando se habla de temas como el ayuno, se lo hace con cierta vacilación por varias razones:

En medio de esta sociedad codiciosa, egocéntrica, y materialista, Cristo derramó su Espíritu sobre un remanente santo

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí

«Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida»

La influencia divina es necesaria para iluminar y purificar las mentes de los hombres, pero muy poco conocimiento del evangelio está disponible entre ellos

¡Ser insensible, es escuchar la Palabra de Dios, pretender amarla, decir obedecerla, pero no actuar en consecuencia!

Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.

Él les mandó que no testificaran al mundo lo que ellos humanamente conocían de Su nacimiento, Su muerte, y Resurrección, sino que esperaran en Jerusalén hasta que sean investidos con poder desde lo alto.

"He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá"

Sin embargo, las Escrituras dicen: «Comprad sin dinero y sin precio vino y leche.»